¿Qué es el desarrollo para nosotros?
BUENA VIDA, VIDA DIGNA Y TRANQUILA SIN MALTRATAR A LA MADRE NATURALEZA, ESO ES DESARROLLO PARA NOSOTROS
Lo que nosotros queremos es que nuestros hijos e hijas encuentren oportunidades de tener una vida digna dentro de sus comunidades, dentro de su cultura y que no tengan que migrar a trabajar en los empleos más riesgosos y mal pagados. Eso es para nosotros el desarrollo, no esos proyectos que sólo enriquecen más a los que ya de por sí son ricos.
Si nos preguntaran a las comunidades qué tipo de desarrollo queremos, sabrían que lo que queremos desde hace muchos años es, para empezar, educación y atención médica de calidad. Escuelas completas, con salones y profesores preparados, con cobertura de todos los grados, hasta el nivel superior. Hospitales donde atender con prontitud nuestros problemas de salud en lugar de tener que viajar horas para llegar a donde hay un doctor, un laboratorio o un aparato para atendernos.
Lo que nosotros y nosotras queremos es poder vender nuestras cosechas a buenos precios y no tener que rematarlas por unos cuantos pesos.
desarrollo económico para unos cuantos
Acá, en nuestra región peninsular, los proyectos de supuesto desarrollo se llaman megagranjas porcícolas, Parques de Energía Verde o Energía Limpia, (ya sean proyectos de energía eólica o fotovoltaica), desarrollo turístico y comercial, agroindustria extensiva con semillas transgénicas.
a costa de la salud y el despojo de las comunidades
A su gran idea de desarrollo le han llamado antes “Riviera maya” y ahora quieren llamarle “Tren maya”, pero bien sabemos (porque ya lo hemos visto con el desarrollo de la Riviera) que las ganancias no son para los mayas. Los que ganan son los inversionistas ricos y los que salen perdiendo son los pueblos y comunidades cercanos.
A los gobiernos les encanta hablar de sustentabilidad pero lo que en verdad hacen es permitir la explotación desmedida que los grandes capitalistas pretenden para acrecentar sus ganancias.
para nosotros esto no es desarrollo
Vemos que en los tres Estados de la Península, las empresas nacionales y transnacionales como Granja PAPO, Kekén, Monsanto, Aldesa, Jinkosolar, y muchas otras de desarrollo inmobiliario y turístico, obtienen fácilmente los permisos de las instancias de gobierno para realizar sus negocios. No importa si estos negocios deforestarán la selva maya, dañarán el ecosistema o contaminarán el agua o el suelo; tampoco importa si despojarán a los verdaderos dueños de los territorios o si estos negocios afectarán a la larga su cultura y sus modos comunitarios de vivir.